domingo, 31 de marzo de 2013

GR 5 y algo más

Levantarse a las 6 de la mañana para hacer una caminata, no es comparable al madrugón de un niño la noche de reyes, pero para mí siempre fue excitante. De un tiempo a esta parte me ha invadido la pereza y el desánimo y lo que es peor aún, había perdido esa fuerza mental que necesitamos ante cualquier reto, cualquier propósito, cualquier esfuerzo. Antes de empezar ya pensaba en lo complicado que era terminar. Hablo en pasado porque hoy todo es un poco diferente, he notado como recuperaba ese trocito de alegría perdida. Siento, quiero y creo que volveré a ser fuerte. Podemos parar de hacer muchas cosas, pero nunca de luchar.
Volviendo al madrugón y al pequeño reto que me ha ayudado a demostrarme que sigo vivo, hoy he decidido empezar a retomar uno de mis tantos proyectos, porque otra cosa no, pero proyectos no me faltan. Siempre digo que hay que tener cosas pendientes, que no es necesario acabarlas, sino tener ilusión por continuarlas. que más da terminar el GR 5, o el 92, o el 11, o el Camino de Santiago  lo importante es eso, vivir con la excitación de seguir, de luchar, por que los retos y los proyectos, son el reflejo de la lucha diaria.
Ya me he ido otra vez del tema, aunque eso es lo menos importante. Pues eso, mi salidita de hoy consistía en hacer un tramo de GR 5, entre Sant Miquel del Fai y Aiguafreda, llevo este camino desde Canet, pero esta vez lo hago en sentido inverso por razones que no vienen a cuento, digamos logisticas. Con un día precioso he podido disfrutar de unas maravillosas panorámicas de todo el valle, hasta se veía el mar, los majestuosos Cingles de Bertí, el P







irineo nevado y los olores y colores de la primavera. Quería poner a prueba mi capacidad de sufrimiento y hacerlo rápido, así que me dejé la cámara en casa, menos mal que ese polivalente artefacto llamado móvil me ha permitido reflejar lo que han visto mis ojos y quiero compartir con vosotros. Repetiré esta etapa, ya llegaré a Sitges cuando toque, de momento toca disfrutarla con tranquilidad  con bonitas fotos y por supuesto, con compañía.