No han pasado grandes cosas desde la última vez que escribí, sigo con mis royos mentales, mis fantasías y mis sueños, muchos casi imposibles, otros irreales y unos pocos que me van manteniendo vivo y con ilusión. Ilusión por empezar el día con una sonrisa, repartirla y contagiarla, ilusión por ver alegría a mi alrededor, por conquistar cumbres que desde mi pequeñez me hagan ver cuan grande es la recompensa del esfuerzo, ver en silencio a mis pies la belleza. No hacen falta muchas cosas para ser un poco feliz de vez en cuando, solo ilusión. Anoche fue una de esas ocasiones en la que uno no quiere que se termine el momento, creo que todos fuimos felices. Jose cumplió 40 años, no quería fiestas pero por descontado no le hicimos ni puto caso, le dimos un sorpresón. Nos presentamos en su casa cargados de ganas de divertirnos y de alegría. Que cara que se le quedó. Pero es que las personas buenas, sencillas, humildes y honestas como el se merecen de vez en cuando un atracón de cariño. Disfrutamos todos de todos, y el de nosotros, no olvidará nunca el dia de sus 40. Ahora a pensar en los 50, pero antes son las mios...y ese dia la voy a liar parda!!!!, bueno eso creo, porque, aún es un sueño. A ver si este es de los pocos que se cumplen. Ajalá.
