Treinta kilómetros se pueden hacer de muchas maneras, la que más me gusta con diferencia es medio corriendo medio andando, sin prisa pero sin pausa, disfrutando del paisage, de los olores y los colores de la montaña, haciendo fotos y además con buena compañía. Una mañana completa; luego hemos visitado el castillo de Requesens, impresionante por fuera y algo abandonado por dentro, a destacar la tarta de santiago de MªJose y el chocolate de Montse. Lo peor el viento y el frio (casi me roba el gorro), lo mejor la compañía de MªJosé, Montse, Conchi, Juan Antonio, Jose, Felix y Esteve. Por cierto, si vais con Jose por l´Empordà, no le dejeis que pregunte, lo engañan como a un chino.
4 comentarios:
Hola amigo del alma, vaya sorpresa, no me cuentas nada, veo que eres una maquina y no paras, sigue disfrutando de la montaña que vale mucho la pena, un abrazo haber si coincidimos en alguna. un besote
Cristina, trato de disfrutar todo lo que puedo, igual que tú, a ver si podemos disfrutar pronto de tu compañía.
Juanito, yo también tengo ganas de pasar un un buen rato contigo, eso de ªamigo de alma" me suena a gloria.
Un besazo a los dos, siempre os tengo presentes.
Buenas fotos que traen muy agradables recuerdos.
A pesar del esfuerzo físico realizado, es un placer poder hacer realidad los sueños, todavía están vivas las imagenes y los grandes momentos VIVIDOS.
Gracias por SER y ESTAR
Un abrazo, amigo.
Esta maldita droga es superior a mi, necesito otra dosis de montaña con vosotros ya. Acuerdate que ya mismo tenemos la primera duatlón del año.
Un abrazo para el buenazo de Jose Antonio
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